silueta

domingo, 17 de junio de 2007

 



Veo aquel mar y te veo a ti
Como un fantasma de penas alado
Por que te parecerás tanto a aquel
En su reflejo puedo tu sonrisa admirar
En su olas la alegría de vuestros ojos
En sus claras aguas la pureza de vuestra alma


El silencio me aconsejo y la soledad me acompaño
A vuestra morada donde toda umbra fue borrada
La gracia se me fue otorgada
En aquel momento en el que tu rostro pude ver
Y de todo camino trazado
Tan solo queda el recuerdo
Todos mis recuerdos y anhelos has desmoronado
Puesto que con la dulce desesperación te he amado
No existen ya palabras para decirte lo que ciento
Ni en ningún idioma por el hombre hablado
Tendríamos que inventar otro
O recordar el ya olvidado
El que de la naturaleza nos fue enseñado
Mas por tu sonrisa buscare donde nunca alcance
Gracias a ti a la muerte me veo por primera vez atado
Vuestros ojos me han dado algo por lo que a aquella dama temerle
Aquello tan solo es
Vuestro vestido de lágrimas manchado

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