Era,
Cómo decirlo...
tenía dos ojos
llenos de lugares baldíos,
su rostro
parecía la identidad verdadera
de la palabra inclemencia,
sus alas
estaban desechas
por una tormenta de siglos
y su boca
parecía el gesto
de un suicida
que va cayendo en el abismo
El Barquero...
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