Hilachas de lugares baldíos desatan mi locura
Inéditas criaturas despedazan la umbra de mis verdades
Sombras coagulan la oscura mar de mis pensamientos
Distorsiones de catarsis atormentan mis sentimientos
Descompuestos por animales marinos de sales oscuras
Y espesas como estas letras
Dichoso es aquel que no existe
Pues no compadece ante sus recuerdos
Ni sufre los delirios de la infortuna
U entiende vuestra conciencia
Cardenal de las pesadillas
Que quema mis sueños en fuegos
Desabridos de esperanza
Alentados por fogones de rencor
Miro al cielo asintiendo a mi hermano
Mientras le quitas su libertad
Antiguas ninfas del viento ahora callan
Ante sombras del hombre y no vuelan sus palabras
De leyendas confusas.
Quisiera oír vuestro canto
Hijas del mar
Y atormentarme en mi muerte
Bajo sus blancas manos
Que me llevasen al hades algún día
Quisiera que las ninfas del fuego quemasen mi alma
Y aquellas cenizas volasen con mi hermano el viento
Mientras brasas de lujuria son rotas en miedos de tormento
Quisiera que el silencio sea mi guía
Y la soledad mi acompañante en las noches de desvaría
Mientras la paz me acurruca en la cuna de vuestra umbra
domingo, 17 de junio de 2007
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