Vagabundo soñador de esperanzas que intento tocar la belleza de una sombra que se oculta en dos luceros, manteniendo la noche lejos de las tinieblas de sentimientos, calmadamente la blancura se desase y pierde su putrefacción, la telaraña de lo que fue escrito no se desenredara en un anochecer, que llama mas al crepúsculo de un reflejo que el de un amanecer, calidos latidos desenfrenados que torturan la humillante sensación, el deseo de un sueño que atrapa la ilusión y no le permite existir en lo mundano, sin poder obtener piedad de un cardenal que retumba en las pesadillas, desvanece lejos de la búsqueda de la soledad, sentimientos que ahorcan una conciencia perturbada por el deseo mas halla de lo físico y mediocre, sentimientos creados en añoranzas de lo que se halla fuera de lo mundano, desvanécete en las nieblas para poder estar junto a ti.
Ojos que permiten obtener el veneno del amor que acecina mi ser en cada soneto de tu parpadeo, alimenta el pesar de un alma insatisfecha y solitaria, quisiera poder tocar aquellas líneas de cristal que conforman las puertas a lo que yace en las ruinas del edén, sentir el calor de la brisa que yace en tu ser, beber el veneno de Julieta calmadamente, guardar el recuerdo en que las sensaciones del encuentro me hagan desvanecer y tan solo queden leyendas de un hombre que se perdió en tus labios, buscando tu alma y acunándola en las sombras que conforman mi ser.
Acaso la oscura noche llama a los hijos de la luna a danzar con los astros encontrar nuestra conciencia perdida en el viento reconfortada por las caricias del sueño, y habitar juntos en las lagrimas de nuestra madre, o… podrías ser tan solo una ilusión que se desase en el rencor de un dios, que me dio la mas hermosa rosa cultivada en este mundo tan solo para poder quitármela y acecinar todo recuerdo de lo que alguna ves fui, añorando la noche en que tu ilusión volviese aquel lugar en el que alguna ves habito en mi perturbada conciencia, quien sabe tal ves eres demasiado para mi, tal ves seas el veneno de mi ser, tan dulce como la ambrosía, o una ilusión deparada por el destino para hacerme caer en la cuenta de que nadie es capas de revelarse ante el, existirá alguna esperanza de que aquel regalo tan hermoso que se me ha dado no sea arrebatado y arrancado de mi alma como arrancas la flor de la tierra, la vida no es tan dulce como para dejarte degustar de lo mas bello de ella sin cobrarte, solo espero que el precio por tenerla no sea perderla
lunes, 8 de octubre de 2007
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