La belleza sombria

domingo, 29 de julio de 2007

 













La hermosura, la verdad, la justicia
cuyo afán imposible
tú sólo eras capaz de infundir en nosotros
si ellas murieran hoy,
de la memoria tú te borrarías
como un sueño remoto de los hombres que fueron


Así como en la rama nunca vemos
la clara flor abrirse
entre un pueblo hosco y duro
no brilla hermosamente
el fresco y alto ornato de la vida
por eso te lastimaron porque eras
verdor en nuestra tierra árida
y azul en nuestro oscuro aire




Leve es la parte de la vida
que como dioses rescatan los poetas
el odio y destrucción perduran siempre
sordamente en la entraña
toda hiel sempiterna del español terrible
que acecha lo cimero
con su piedra en la mano

Luiz Cernuda... por eso yo no soy un poeta



Volviste la cabeza contra el muro
con el gesto de un niño que temiese
mostrar fragilidad en su deseo
Y te cubrió la eterna sombra largaProfundamente duermes.
Más escucha: Yo quiero estar contigo, no estás sola


Por el cielo, dejando sobre vivos y muertos
fluir la paz oscura de algún edén remoto
Aquí acaba el poema.
Podéis reír, marcharos
su fábula fue escrita como la flor se abre




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